El 10 de enero de 1955 fue una jornada trágica para nuestra ciudad, una manifestación de vecinos que reclamaba frente a la municipalidad por la situación extrema en la que estaban viviendo a causa de la falta de energía eléctrica, hielo y agua en días de calor intenso fue salvajemente reprimida por la policía.
Esto provocó el repliegue de los vecinos a través de la calle Ricardo Gutierrez.
En la intersección con calle Lamadrid y a pocos metros uno del otro, dos jóvenes que se encontraban en la manifestación fueron ultimados a balazos por la policía montada: Carlos Félix (16) y Eugenio Camarasa (23).
Hoy dos placas los recuerdan en el lugar exacto donde cayeron y dos calles de barrio «El Lago» también los homenajean.
Por Hugo Paez
Foto de tapa: Hombres de fuertes convicciones, libro de Luis Oddi
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