Nos gusta llamarlas «ciudades con impronta o alma rural», pujantes, amigables, con historias interesantes para contar, patrimonio arquitectónico para mostrar y gastronomía para saborear. Así son las localidades de Arrecifes y Salto distantes tan sólo 30 km. y guardianas de atractivos para descubrir y disfrutar.
Esta Semana Santa 2022 un contingente de 30 personas organizado por la
Empresa porteña «Tiempo de Conocer» recorrió las hermosas localidades del noroeste bonaerense con un itinerario más que interesante coordinado por el Guía de Turismo arrecifeño, Hugo Paez quien mostró una vez más que es de sumo interés adentrarse en destinos que preservan costumbres rurales y ofrecen , a quienes viven en grandes urbes, la posibilidad de relajarse, interactuar con el interior bonaerense y saborear propuestas de auténtico turismo rural.
El grupo llegó el jueves a la ciudad de Salto donde se alojó por dos noches en el Hotel Claus, un moderno establecimiento hotelero con vista al río y rodeado del verdor del Parque Almafuerte. En la primera jornada visitaron las instalaciones del Balneario Municipal, el Museo Rincón de Historia donde fueron recibidos por su director Oscar Quiñones. Allí los visitantes pudieron apreciar el ayer del partido de Salto donde objetos y escritos resumen las historias de cientos de saltenses que forjaron esa localidad. La recorrida continúo por la Parroquia San Pablo y plaza San Martín donde el Director de Turismo, Alejandro Santana dio la bienvenida al contingente. Dejando ya la zona céntrica se dirigieron al Museo del Campo que funciona en la ex Estación del Ferrocarril Urquiza. Un edificio impecablemente conservado por la Comisión que forjó ese espacio rural que cobija preciados recuerdos de inmigrantes, aquellos hombres y mujeres que trabajaron la tierra, produjeron alimentos y dejaron un legado de esfuerzo y trabajo genuino. Maquinarias agrícolas, muebles, utensillos, retratos de abuelos y bisabuelos, los tractores de Pirulo Segade y mucho más se encuentran custodiados por la aguda mirada de , su cuidador. Allí finalizó la primera jornada con una amena charla a cargo de miembros de la Comisión del Museo y la danza con la agrupación folclórica «El Alancay», un destacado agasajo a los visitantes con bailes tradicionales. Y llegó la hora de la cena en parrilla «La
Tranquerita» donde saborearon excelente gastronomía; ya finalizando el primer día del tour un merecido descanso luego de una intensa jornada turística.

El Viernes Santo, el destino fue la ciudad de Arrecifes, Cuna de Campeones y Capital del Automovilismo y segunda jornada del paseo. Allí, el guía local junto a la Dirección de Turismo municipal esperó a los visitantes en la Plaza Mitre para luego recorrer la Parroquia San José. Continuando el recorrido fue el turno del Museo y Archivo Histórico que funciona en el viejo Mercado Municipal donde la Directora del mismo, Stella Arzuaga, invitó a los presentes a una interesantísima visita por el lugar.

Llegado el mediodía, los visitantes disfrutaron un sabroso almuerzo en el Club Ricardo Gutiérrez y continuaron el recorrido por la Estación Ferroviaria, la Plaza Alte. Brown y la zona ribereña destacada por un hermoso Balneario Municipal que sorprendió a más de uno por las sólidas construcciones.

El Tajamar, las ruinas del Viejo Molino Harinero y el Balneario Municipal sorprendieron gratamente a los turistas.
Y por supuesto que no podían faltar los dulces arrecifeños elaborados por la pastelera local Miriam Sullivan: exquisitos pasteles de membrillo y batata fueron los íconos de una emblemática degustación.
Y llegó el tercer día de una propuesta muy atractiva que colmó las expectativas de turistas y emprendedores locales.
Nuevamente rumbo a Salto para completar la experiencia turística visitando el Mausoleo de Pancho Sierra en el Cementerio Municipal, el Molino Quemado y el Salto de Agua que diera el nombre a la ciudad. Salto y Arrecifes mostraron su impronta turística urbana pero también los pueblos rurales se dieron cita. En horas del mediodía, la localidad de La Invencible ofreció la tranquilidad de una localidad y sus puntos de interés finalizando el recorrido en «Don Pascual», un tradicional restaurante de campo atendido por sus dueños, la familia Nadal que desde muchos años apuesta al turismo rural ofreciendo gastronomía y también alojamiento en pintorescas cabañas.

Y así comenzaba la cuenta regresiva de tan linda experiencia. Luego del almuerzo despedida y previo al retorno a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el último lugar que esperaba al grupo fue la histórica estancia «El Carmen de Sierra» en el partido de Arrecifes. Un casco de mediados del siglo XVIII cuya capilla fuera declarada Monumento Histórico Provincial y cuyo dueño fue muerto en el lugar en 1844 a manos de los Mazorqueros del gobernador Juan Manuel de Rosas.
Añeja arboleda y sólidos muros mostraron el ayer intacto y las historias vividas por los pioneros de esas «joyas arquitectónicas» perdidas en la inmensidad de la pampa húmeda: las estancias argentinas.

No cabe duda que se vivieron días de alegría, camaradería y relax.
Hugo Paez



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